Permitidme un brindis. Al sol, sí, como los lunes de demasiada gente. Pero un brindis.
Por que éste sea el año en que los contenidos salven a los periodistas del hambre.
Por un año en que volvamos a beber de esas fuentes a las que nunca debimos dejar de ir.
Por un año en que volvamos a contar lo que pasa en la calle, honestamente, y porque volvamos a tener dónde contarlas.
Por un año en que #GratisNoTrabajo y ustedes me perdonen, pero para hacerlo gratis, que no cuenten conmigo.
Por un año de gracia, de tregua: sin EREs, sin despidos, sin desahucios, sin muertos de hambre ni de desesperación.
Por un año más de aliento. Y de amor.
Salud.